Ahora
Tengo el alma quebrada, Entre el ayer y el mañana, Entre no poder verte la cara, Y aun cuidar yo tu espalda; Entre añorar tu sonrisa, Y recordar la hipocresía, De decir todavía, Nuestra vida es solo dicha.
Tengo el alma quebrada, Entre el ayer y el mañana, Entre no poder verte la cara, Y aun cuidar yo tu espalda; Entre añorar tu sonrisa, Y recordar la hipocresía, De decir todavía, Nuestra vida es solo dicha.
Hay un recuerdo atrapado en mi mente, Un aroma que en mi almohada se siente, Un sonido desde el subconsciente; Un recuerdo de algo incomprensible, De un mañana inservible, De un alma incandescente, De un frío inevitable.