He amado tres veces,

He adorado en cuatro oportunidades,

Y el mundo sólo se detuvo en dos;

Mi alma se despedazo sólo una vez,

Tanto que trate de no volver a saber,

Pero siempre vuelvo a su color miel,

Aquel penetrante tono que siempre adoré,

Desde el momento que caí en esa sonrisa

Hasta la intempestiva partida sin que nadie me explique

El porque de las contradicciones.

Sólo una vez con un fantasma quedé,

Las otras veces que ame fueron piezas del ayer,

O del mañana también,

Pero sólo ella aparece de forma continua,

El amor de mi vida,

Aquella que me hizo sentir humano,

Deseado, querido…

Dios, cuanto quiero llorar por ella,

Escribir de ella…

Pero lo único que hago es seguir impactado,

Tanto que estas líneas no puedo terminar

De la forma que corresponde…

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