Mi mente inquieta se calma

Pero no es la paz lo que logra

Es una vulneración de lo que alcanzará ,

Es el silencio de la tormenta

Cuando nadie tiene la fuerza para gritar

Cuando el terror no te deja pensar

No porque la calma acaba de llegar

Sino porque la intranquilidad natural

Era el paraiso frente a la nueva realidad.

Mis demonios han sido exorcizados,

El peso en mi espalda ya no es del pasado,

No temo caer por un mal recuerdo,

Pues tengo frente a mi al villano

Que se encuentra vivo frente al espejo,

Y sonrie cada vez que hacia abajo miro

Pues aquello era menos peligroso,

Y ya no puedo reparar mi error.

Miro mi ahora con cautela,

Las palabras del mañana creo no llegarán ,

Los sonetos que se escriban

No serán de mi historia,

Pues no soy protagonista,

Solo rehen de una situación descontrolada;

Y me perderé en el mañana,

Aquel que no llegará con la calma,

Pues esta tormenta nunca amaina,

Y ya nunca llegaré a mi hogar.

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