Hay días en que sencillamente no lo puedes evitar,
ves algo en el cielo que te hace en el pasado pensar,
escuchas una canción y extrañas comentar,
oyes un aroma y recuerdas cuanto te hace falta.
Hay días en que todo es sin razón,
donde las palabras resuenan con su voz,
donde los suspiros tienen un destino,
donde la nostalgía es un muro
con grietas que te permiten ver.
Y hay momentos en que la fuerza se te escapa,
un nudo en la garganta dice ya no hay ganas,
el pasado es más promisorio que el mañana,
y solo hay ganas de sucumbir a la desesperanza.
Y lamentas, por dios cuanto lamentas,
no tener la convicción de decir lo que no se expresa,
que las palabras cada vez se vuelvan negras,
y tus lagrimas en un segundo se secan,
y el amor se guarda en una caja,
cuyas grietas se abren en esos días,
en esos instantes en que tu vida no avanza.

Cuentos patéticos