Recuerdo la última vez que toqué tu rostro,
Que mis dedos olieron a miel,
Que el aire se llenó de jolgorio,
Donde hasta el sol nos quizo decir que estabamos bien;
Me aferro a eso que sonaba como una promesa,
Pero que bien podía ser resignación,
Nuestros labios se juntaban,
Nuestros ojos no querian decir adios.
Recuerdo cuando tu sonrisa acompañaba mis mañanas,
Donde tu voz era el azucar que endulzaba mi café,
Cuando por más que discutieramos era sin rabia,
Lo haciamos buscando la reconciliación,
Ese instante donde el mundo alrededor no importaba,
Solo nos llebaba la pasión,
De encontrarnos en nuestros brazos en lo que parecia para siempre;
Hasta que supimos que el tiempo nos engaño.
Recuerdo cuando prometimos esperarnos,
Cuando juré que la espera sería por un rato,
Cuando las horas nos dieron la espalda,
Y los metros aumentaron la distancia;
Recuerdo cuando la tecnología se volvió nuestra aliada,
Y recuerdo cuando llegó el apagon,
Recuerdo los momentos en que te amaba,
Pero mi problema es que ya no recuerdo el sonido de tu voz.

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