¿Tus dudas o las mías?
Eran pasadas las diez de la mañana y seguía atascado en mi cama, mi cuerpo pesado era un recordatorio de todo cuanto había salido mal la noche anterior, de como a pesar de mis mejores intenciones no había logrado cambiar mi destino, y tu silueta no se había logrado estampar en el otro lado del…