¿Es que es el día de las boinas y nadie me ha avisado? Salgo de mi casa, y todos cubren sus cabezas con una de ellas, y todos caminan cabisbajos, y no me miran a los ojos, y me evitan como sí fuese un ebrio desagradable al que nadie se quiere acercar.
Parece que me he vuelto el enemigo número uno, y no encuentro la razón… Quizás por lo mismo que todos usan chaquetas de cuero y gafas oscuras, quizás por lo mismo que el ambiente no cambia, quizás por lo mismo que la culpa no me puedo quitar… Estoy atrapado en mi subconsciente, estoy perdido en la vergüenza de las cosas que hice en ese lugar.

Microcuento