Y me mintieron otra vez,

cuando pensé que podría cerrar mis ojos

el aliento me fue arrebatado de nuevo,

y por más que deba estar acostumbrado

no deja de doler,

y eso que no hablo de algo en lo que no sea experto.

Pensé que esta vez no me engañaban,

que había dejado de ser la burla

de los propios sentidos que me ayudan a enfocarme,

¿como puedo encontrar el camino,

si al final mis propios recuerdos me traicionan?

Recé porque todo acabara,

que finalmente viera la verdad,

pero eso es lo malo con la locura

nunca sabes cuando algo es fantasía

o cuando algo es realidad,

y como escapo tan frecuente a mis mentiras,

duele darme cuenta de mi incapaz de vivir en el mundo real.

Poemas Patéticos