Deambulando sin esperanza
No logro comprender a que se refieren con esperanza, desde que todo comenzó no he encontrado una razón que me permita experimentar algo que encaje con aquella definición. Ha pasado demasiado tiempo desde que me fui de casa, desde que dejara de escuchar la voz de mi mujer y los gritos de mis hijos, desde que el aroma de mi perro se infiltrara por mi nariz; y a pasado tanto tiempo que me olvidé de ello, perdí la noción de lo que debo extrañar, sus rostros solo los recuerdo por una fotografía, pero ya ni sus nombres surgen a mi memoria con total claridad.
Avanzo por inercia, las provisiones en mi espalda dan lo suficiente como para que camine por un mes más, agradezco haber encontrado esas lagunas en el desierto, esos valles llenos de fruta que me permitieron ahorrar. Aún así, ni un alma, si hay algo que desespere más que la arena eterna, es la soledad, el extrañar a alguien a quien no puedes recordar, y si no recuerdas, ¿cómo te aferras? y si no te aferras, ¿cómo podrás generar algo de esperanza para continuar? Estoy perdido, en todo sentido, no sé si en mi casa me estarán buscando, no sé si alguien pensará en encontrarme, de hecho, no sé ni donde queda mi hogar.
No tengo miedo, es imposible sentirlo en estos momentos, el miedo solo me traería cansancio que no puedo soportar, es preferible no pensar en el cansancio, no pensar en la ignorancia, no pensar en aquello que pretendo alcanzar; no digo que espero a propósito, porque se mi realidad, estoy abandonado en el desierto más extenso del planeta, y las posibilidades de salir con vida de acá, no las quiero calcular.
El viento corta mi cara, la arena no me deja ni mirar, he deambulado por demasiado, no sé si podré continuar. Me quedan provisiones para un mes más, pero, no sé cuanto es eso en realidad, estoy ignorando los días y las noches, ni el frío logro sentir cuando se le ocurre llegar. Estoy cansado, de verdad, quiero una voz en cualquier lenguaje que se dirija hacia mi, no me importa si lo hace con hostilidad, tan solo quiero un poco de civilización, no espero llegar a mi hogar.
Me dejo caer en la tierra, no quiero continuar. Cierro los ojos entregándome a mi destino, y cuando los abro vuelvo a estar en mi hogar. Mi mujer me besa, me habla con una voz que no logro descifrar, mis hijos gritan en torno mío, pero no los logro escuchar. Mi rostro se corta de nuevo, no he logrado salir de este infierno en el que me fui a meter, lamento el día que subí a ese helicóptero que me terminó por dejar perdido en este lugar. Ha pasado mucho tiempo, y ya no sé lo que es esperanza tener, pretendo continuar avanzando, por inercia y por encontrar alguna ciudad.
Goran Y. Lausic King View All →
Profesor de Historia y Ciencias Sociales, egresado el 2008, Magister en Historia. Con un gusto y una formación literaria que se remonta a 1998, año en que desarrollé mi primera novela no publicada, y que no publicaré jamás (no está en condiciones).
Mi primera novel publicada fue A diez pasos a la oscuridad, publicada en Amazon, y me encuentro en etapa de diseño de portada para Página en blanco, mi segunda novela. Mientras escribo historia, novelas y demases, divulgo mi trabajo corto (cuentos y poemas, principalmente), por medio de este espacio en la web.