¿Quién soy? Me pregunté, ¿por qué es que le temo tanto a empezar una relación? ¿por qué cuando salgo a buscar empleo tengo tanto miedo? ¿por qué no me decido que es lo que quiero hacer con mi vida? ¿por qué temo el publicar mi trabajo? ¿Quién soy? Me pregunté, y en torno a la respuesta de esa pregunta se contestaron todas las demás; soy un hombre que escapa de la realidad, que no es bueno para nada, más que para soñar, que quisiera estar loco, para así justificar su odio por lo real, que no quiero nada concreto, porque las fantasías le funcionan más. Soy un hombre que se alimenta de sueños, que camina siempre en busca de ellos, pero moviéndolos para no alcanzarlos en realidad, no quiero que se confundan con lo cierto, la mentira es lo mejor que me pudo pasar.

Cuando pequeño alguien asesinó mis recuerdos, los eventos de mi infancia debieron haber sido dolorosos si me quitaron la capacidad de recordar, a lo mejor descubrí lo cruel que es el mundo, que no hay nada cierto y seguro a lo que te puedas aferrar; a lo mejor tan solo siempre tuve sueños, y me gustaban más que lo que veía en el mundo real.

Pero hoy ya soy un hombre adulto, tengo que enfrentarme de una vez a la realidad, el problema es que siempre evité este encuentro, y ahora que estoy inmerso en ello, nadie comprende lo que me pasa en realidad. Tampoco quiero sucumbir ante los problemas, porque de hacerlo perdería la capacidad de soñar, y como me alimento de sueños, no podría hacer nada más. Estoy en una encrucijada, por los sueños no puedo ni amar, mis fantasías me impiden seguir viviendo, pero si cedo a la realidad tendré que renunciar a mi ser. ¿Qué hago?

Cuentos patéticos