No lo niegues, desde hace un par de semanas que las cosas no dan lo mismo, tus ojos y mis ojos se buscan y se evitan al mismo tiempo, nuestras palabras, sinceras como nunca, esconden en el silencio la carga de nuestros sentimientos, nuestros cuerpos, moviéndose en la nada, buscan la compañía del otro, por más que nuestros labios digan que eso no es cierto. Y no me culpes por haber sido honesto, pues la incomodidad demuestra que existe alguna clase de sentimiento, no queremos perdernos, pero no nos atrevemos, es como si supiéramos que corremos un riesgo, como si la apuesta fuese tan alta que no valiera la pena el demostrar que nos queremos. ¿Sabes qué? Estamos cometiendo un tremendo error al negar lo evidente, más cuando sabemos que el tiempo que tenemos en esta tierra es limitado, y que debemos aprender a disfrutar cada momento. No lo niegues, te pasa algo similar a lo que yo siento, es solo que tienes demasiado miedo como para confesarlo.

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