Sé que no te esperaras lo que te voy a decir, que piensas que es imposible que alguien como yo este dispuesto a aceptar las cosas que mis labios van a pronunciar; lo que pasa es que vives en un mundo de fantasías, donde no existen ni la sangre ni las disculpas, y sin ello, jamás entenderás lo que te tengo que contar, o mucho menos, las cosas que he debido realizar. Ojala viviera yo también allí, no tendría porqué arrepentirme de todos los lugares que visité, de todas las cosas que hice, y de toda la gente con la que traté. A lo mejor el estar sentado ahora frente a ti puede ser una forma de enmendar los errores de mi pasado, de admitir las cosas que he hecho, aprovechar de enfrentarme a mi mismo para darme cuenta que no debo estar orgulloso de aquel que he sido. Primero de todo, debo confesarte que creí de verdad en todas las mentiras que dije, y es por ello que siempre parecía tener convicción en lo que hablaba. No, esta no es una de ellas, y espero que eso sea suficiente para que tengas un poco de piedad de mi, y me permitas arrepentirme de mentir tanto, que a pesar de que era mi verdad, solo me escudé en la ignorancia para sacarle provecho a las situaciones en las que me encontraba. A lo mejor mis palabras te pueden sonar vacías, pero créeme que está vez digo en serio cada silaba que pronuncio, las envuelvo en fundamento para que tengan sustento, pues sé que si de alguna forma te vuelvo a engañar, esa piedad por la que te estoy suplicando nunca llegará, nunca podré tener la oportunidad de convertir mi accionar pasado en un punto de partida, en el quiebre entre quien fui y quien seré. Quiero matar lo que he hecho, dejarlo caer, olvidarlo todo, lavar la sangre que corre por mis manos, eliminar el dolor que he sentido e infringido, sin tormentos, sin pesadillas; quiero poder dormir de nuevo, no tener en mi conciencia los votos que compré, las incertidumbres que sembré, los desastres que limpié. Sé que decirme las cosas al espejo no basta, pero espero que sea suficiente para por lo menos poder admitir el mal que he hecho. 

Cuentos sonoros