He vagado por esta tierra desde antes que el hombre desarrolle memoria, sé más de lo que un erudito podrá jamás investigar, te miro por la calle y sé que serás mía, no por mis dotes de seductor, sino porque todas están destinadas a bailar conmigo hasta la eternidad. Soy quién de partida te dio la vida, soy el emisario que Dios ha enviado para que le temas al dejar de respirar. Soy el que todo lo da y todo lo quita, yo soy la muerte, el principio y el final.

Lo que no soy es dichoso por el poder que gozo, mi trabajo me agobia y me priva de sentir felicidad. Estoy condenado a vivir contigo todo el día, y luego de quererte he de convertirme en el verdugo que tu existencia acabará. Mi mayor deseo es compartir el destino que llevas escrito, mi mayor anhelo es que mi hora llegue y se acabe la eternidad. Te envidio por no tener que enfrentarla, ni te imaginas que es un sinónimo de soledad, soy aquel que a tu lado nunca es acompañado, soy aquel que al verte larga a llorar.

Lamento tener que decírtelo este día, te juro que me habría encantado otra oportunidad. No soy tu mejor amigo, sino la muerte que te ha venido a buscar, sé que es el día de tu boda, pero es que no estabas destinada a casarte en realidad. Te juro, daría todo lo que soy por estar en tu lugar, ni te imaginas lo que me dolerá no tenerte nuevamente por acá, te he querido tanto en esta vida, que lamento informarte que ha llegado tu final.

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