Un ninja en el metro
Santiago es una ciudad tan desinteresada, tan despreocupada de lo que en sus entrañas pasa, que uno literalmente pueda andar en el metro con un arma sin que nadie haga nada. Bueno, en todo caso, no es un arma convencional, pero, ¿qué pasa si la desenvaino? ¿qué pasa si les digo que realmente sé utilizarla? ¿qué en el tiempo en que el vagón pasa de estación a estación ya podría matar a diez de los que me acompañan, por lo bajo? ¡¿y qué más encima bajaría sin que nadie se diera cuenta en realidad de mi culpabilidad?! ¿pensarán que mi espada es de juguete? ¿o que tal vez soy un coleccionista de espada que acaba de adquirir esta en algún lugar? ¿y si les mostrara la hoja, para que vean lo manchada de sangre que está? Demonios, que ciudad más ciega, con razón los índices de criminalidad son elevados y la gente se siente tan insegura, pes es esa misma falta de confianza la que los lleva a despreocuparse y volver invisibles a la gente como yo, a asesinos profesionales, que a pesar de no tener ni que disfrazarse, pasan desapercibidos por tener métodos silenciosos para nuestro trabajo realizar.
Goran Y. Lausic King View All →
Profesor de Historia y Ciencias Sociales, egresado el 2008, Magister en Historia. Con un gusto y una formación literaria que se remonta a 1998, año en que desarrollé mi primera novela no publicada, y que no publicaré jamás (no está en condiciones).
Mi primera novel publicada fue A diez pasos a la oscuridad, publicada en Amazon, y me encuentro en etapa de diseño de portada para Página en blanco, mi segunda novela. Mientras escribo historia, novelas y demases, divulgo mi trabajo corto (cuentos y poemas, principalmente), por medio de este espacio en la web.