¿Te das cuenta que lo que haces no es del todo sano? ¿Qué donde sea que miras, siempre encuentras algún rasgo familiar? ¿Acaso has pensado que es su ausencia la que no te deja respirar? Bueno, pues deja de quejarte y de dudar, construye nuevas esperanzas, nuevos sueños, nuevas metas, y no dejes que el fantasma de aquella mujer te impida progresar. Sí, sé que será difícil superar eso que hiciste, pero como dice el dicho, lo hecho hecho está; no puedes devolverle la vida con tantos lamentos sobre lo que pasó, y no te culpes tampoco, que lo único que hiciste fue decirle la verdad. No la usaste ni engañaste, fuiste honesto desde el comienzo hasta el final, ¿y qué tanto si ella no soportó la verdad? ¿qué no pudo adaptarse a la idea que la querías más como amiga que como amante? Sí, es una lastima que se suicidara, pero no podías hacer nada más. Ahora, si puedes hacer algo por ella ahora, vive, disfruta, no permitas que sus recuerdos te vuelvan a acosar.

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