Espero que estas sean las últimas veces que escribo sobre ti, sobre como lucho contra mi propia alma por resistir la tentación de sacar tu voz del olvido, por devolverle a mi esperanza un objeto de adoración, por saber si tu vida ha seguido adelante sin mí. Ya van a ser dos meses desde que volvimos a sumergirnos en el silencio, ocho semanas en las que tan solo sabemos que el otro sigue vivo. Lo gracioso es que dimos vuelta las situaciones en las que nos encontrábamos, yo volví a casa después de haber estado ausente por mucho, y tu te marchaste precisamente al lugar en el que yo había estado hace menos de un mes atrás. Nunca nos pusimos de acuerdo, o quizás haya sido el destino, y esa es probablemente la razón por la que he decidido dejarte allí, sumergida en el olvido. Ya no habrán más palabras que oculten tu nombre, ya no existirán líneas que conviertan en ficción las cosas que entre los dos vivimos, hoy hago una promesa, y es que estas son las últimas líneas que este escritor redacta basadas en los sentimientos que tiene contigo.

Cuentos Cuentos