Jaime no sabía que hacer para quitársela de encima, durante meses, quizás años, busco una y otra manera para estar con ella, y ahora, luego que todo le funcionó, se dio cuenta que las cosas no eran como se esperaba. ¿Y como iba a serlo, si en realidad, Jaime no había estado buscando tener una relación con Sofía, sino tan solo satisfacer esa intrínseca necesidad de sentir alguna cosa por otra persona que no fuese él? Su error le costó caro, pues la persona en la que se fijo terminó siendo tan complicada como él, ya que durante toda su vida nunca tuvo una pareja seria, y Jaime, con su compromiso, terminó rompiendo el esquema sentimental que Sofía había diseñado para evitar verse lastimada. Ni Jaime ni Sofía pensaron en los factores a la hora de tomar una decisión, y el problema fue peor cuando se dieron cuenta que algo más dependía de ellos; cuando Sofía quedó embarazada, como fruto de esta forzada y antinatural relación, ambos se percataron que estaban condenados, que no solo eran incompatibles, sino que se hacían mucho daño estando cerca el uno del otro; y el problema era que ya no tenían una salida, Jaime no podía quitarse a Sofía de encima, pues Sofía llevaba a parte de Jaime dentro suyo. Desesperado ante la problemática situación, Jaime acudió donde su hermana Javiera, a quién le entregó una nota para despedirse de su familia, luego se despidió de ella, y se marchó. Nadie supo más de Jaime, pero si de Sofía, que ante la carga de tener que lidiar con el problema de Jaime sola, toma la difícil decisión de irlo a buscar al puente, y al no verlo, buscarlo en el fondo del río.

Cuentos patéticos Cuentos patéticos